Los lunares tienen una estrecha relación con la naturaleza interna de su poseedor, hay lunares que nos acompañan desde el momento de nuestro nacimiento, y otros van apareciendo a lo largo de nuestras vidas de forma caprichosa. Estas pequeñas acumulaciones de pigmentación en la piel que aparecen como por casualidad, son en realidad las señales que marcan capacidades ocultas que están latentes en nuestro interior, a la espera de que decidamos utilizarlas.

Cuando los lunares aparecen en el reverso de la mano quiere decir que las capacidades ocultas no se han manifestado todavía. Ahora bien, cuando aparecen en la palma indican que, aunque sea de forma inconsciente, empleamos en determinados momentos de nuestra vida, una intuición especial para resolver problemas relacionados con la personalidad de la zona de la mano donde aparezca ese lunar.